viernes, 17 de febrero de 2017

Causas de TDAH

causas del TDAH: Trastornos por Déficit de atención/Hiperactividad


Se han demostrado factores de origen hereditario  (es decir, no adquiridos en el curso de la vida del individuo) en un 80 % de los casos. Diversos estudios demuestran que no hay una transmisión familiar del trastorno (a través de patrones educativos). En contraste, cabe destacar que la contribución estimada de factores no hereditarios a todos los casos de TDAH es de un 20 %. Para explicar esa minoría de casos, se ha propuesto la intervención de causas multifactoriales que suponen también factores genéticos, aunque en combinación con factores ambientales. La influencia de causas congénitas que podrían actuar durante la gestación  (es decir, no hereditarias, con participación de factores genéticos o ambientales en proporciones variables), tales como la exposición en útero a la nicotina , no se consideran tan importantes como hace unas décadas. Es de notar que, incluso en casos que a primera vista se atribuyen a factores ambientales (como el recién mencionado), la intervención del factor netamente genético ofrece una explicación plausible. En ese sentido, se ha establecido que los índices de tabaquismo entre mujeres con TDAH son varias veces mayores que en la población general, y, en virtud de ello, ellas son también más propensas a fumar durante el embarazo. Como corolario, la presencia del TDAH en el niño por nacer remite nuevamente a factores genéticos.
Se han realizado diversos estudios que mencionan los patrones similares en la historia del individuo con TDAH. En la historia prenatal se cita que las madres padecieron un estado de salud, en el cual estuvieron ingiriendo medicamentos, consumo de sustancias alcohólicas durante el embarazo. En la parte perinatal del embarazo, los bebés tuvieron complicaciones después del nacimiento, presentaron sufrimiento fetal (hipoxia, nacimiento con fórceps), las madres sufrieron de eclampsia, los partos duraron de 7 a 12 horas, y los bebés tuvieron un peso menor a 2 kg por gestación menor a ocho meses. En la historia postnatal, los niños son muy activos, bastante insistentes para pedir algo e inquietos al dormir.
Hay también factores evolutivos importantes por mencionar; los niños gatearon entre los 6 y 12 meses de edad, caminaron entre 12 y 18 meses de edad, pronunciaron las primeras palabras entre los 9 y 13 meses de edad y pronunciaron dos palabras juntas entre los 14 y 18 meses de edad.
Los ganglios basales y los lóbulos frontales  son dos estructuras afectadas en los niños con déficit de atención e hiperactividad. Los científicos han encontrado cambios negativos en el lóbulo frontal, órganos del cerebro que intervienen en el control de la conducta, en la solución de problemas y en la capacidad para mantener la atención. Esto explica la dificultad de los afectados para controlar el comportamiento, filtrar los estímulos y permanecer atentos. Otra región comprometida corresponde a los ganglios basales, que son agrupaciones de neuronas (células nerviosas) localizadas en la profundidad del cerebro y que trabajan de manera coordinada con el lóbulo frontal.
Se piensa (no está contrastado) que una causa importante en la incrementación del número de niños que padecen TDAH desde las últimas tres décadas, podría ser el consumo desmesurado del aditivo adictivo E-621, también conocido como Glutamato Monosódico. Muchas veces, éste es camuflado tras nombres como: proteína vegetal hidrolizada, suavizante natural de carnes, resaltador de sabor, extracto de levadura, saborizante natural, etc. Esta substancia neurotóxica se encuentra comúnmente en cualquier alimento procesado industrialmente, así como cubitos de caldo, hamburguesas, snacks infantiles y salsas.
Se ha detectado que dos sustancias químicas que utilizan las neuronas para comunicarse entre sí, dopamina y noradrenalina, están alteradas en los niños con déficit de atención e hiperactividad, pero no en sujetos sanos. Así, mientras tales compuestos abundan en los ganglios basales y en el lóbulo frontal de personas normales, no están disponibles en suficiente cantidad en los enfermos hiperactivos. Por tal motivo, el funcionamiento del cerebro es defectuoso y, sin tratamiento, el estado de anormalidad es permanente.

¿Que es un implante coclear?


El implante coclear

El implante coclear es un producto sanitario implantable activo, de alta tecnología y precisión, encaminado a restablecer la audición de aquellas personas que padezcan una sordera causada por la destrucción de las células ciliadas de la cóclea, estimulando directamente las células ganglionares (nervio auditivo) mediante señales eléctricas encargadas de transmitir la información codificada al cerebro. Hay que recordar que, al ser una prótesis, no cura definitivamente la sordera.
El oído humano es un sistema de órganos que, en su conjunto, tiene la misión captar, codificar y transferir al cerebro la información sonora que emana de la naturaleza. El sistema auditivo está formado por la unión de tres partes diferentes especializadas: el oído externo, el oído medioy el oído interno. Es en este último donde se coloca el implante coclear.
La disfunción auditiva origina diferentes escalas de hipoacusias, desde la sordera leve a la total (Cofosis). Cada uno de los tres elementos que integra el sistema auditivo realiza una función especializada; si una de las tres partes falla, las partes sanas dejarían de cumplir con su función. El objetivo del implante coclear es reemplazar la función de la cóclea dañada, situada en el oído interno, estimulando mediante señales eléctricas directamente el nervio auditivo. Al estimular directamente la cóclea, se vuelven inservibles los componentes del oído externo y medio, siendo estos sustituidos por los componentes externos del implante coclear.
La cóclea


 En el oído interno se encuentra la cóclea o caracol, el órgano cortical que contiene al verdadero órgano del oído; tiene forma de espiral y está lleno de líquido pegajoso que corre a través de su conducto, a lo largo de éste, y sobre una tira de hueso hay cerca de 20 000 minúsculos vellitos que convierten las oscilaciones en complicados procesos químicos e impulsos nerviosos que, a través del nervio auditivo, llegan al centro auditivo del cerebro. Allí es donde la percepción los descifra en palabras, música o ruido. También allí se encuentra el órgano del equilibrio, la Región Vestibular del oído interno compuesta por tres conductos en forma de arco, llenos de líquidos linfáticos. Por la inercia de los líquidos, se forman ligeras corrientes a cada movimiento de la cabeza, que son registradas como impulsos nerviosos que llegan al cerebro. Cuando el equilibrio está en peligro, estos impulsos producen reacciones reflejas del aparato muscular y de los ojos, y modifican la postura del cuerpo.

jueves, 16 de febrero de 2017

oído interno- equilibrio

Resultado de imagen de oido interno
El sistema vestibular o también llamado aparato vestibular está relacionado con el equilibrio y el control espacial. Está formado por 3 conductos semicirculares y el vestíbulo (utrículo y sáculo).
El vestíbulo óseo está limitado por seis paredes, en la interna se distinguen una fosa superior o semiovoídea y otra inferior o hemisférica.
Las paredes posterior y superior presentan los orificios de los canales semicirculares. En el interior del vestíbulo óseo se encuentran dos vesículas de paredes membranosas llenas de endolinfa: el utrículo y el sáculo.
Utrículo: Es un saco en forma ovoídea. Ocupa la región postero superior del vestíbulo, en su parte externa desembocan los conductos semicirculares membranosos, anterior y externo, mientras que las ampollas del conducto membranoso posterior, la rama membranosa común y el extremo posterior del conducto membranoso externo desembocan en su parte interna.
Sáculo: Es aplanado, de forma redondeada y de menor tamaño. Se encuentra ubicado en el receso esférico del vestíbulo. La superficie superior del sáculo está en contacto con la inferior del utrículo. En su parte posterior se origina el conducto endolinfático que se dirige hacia dentro y hacia abajo a lo largo del acueducto del vestíbulo para finalizar en el saco endolinfático.
En el utrículo y el sáculo se encuentra un órgano receptor denominado mácula, que  está integrado por células receptoras sensoriales ciliadas.
En el sáculo, la mácula se dispone verticalmente, mientras que en el utrículo tiene una disposición horizontal. Las máculas están constituidas por un neuroepitelio de células de sostén y células ciliadas. Las células ciliadas son las células sensoriales del sistema; éstas poseen cilios pequeños en su superficie y un kinocilio (cilio más largo).
Sobre los cilios de sus células sensoriales se hallan unos pequeños cristales de carbonato cálcico llamados otolitos. Sus células sensoriales generan impulsos que llegan hasta el cerebelo, lo que nos permite mantener el equilibrio a pesar de que realicemos desplazamientos, giros o aceleraciones.
El kinocilio en el utrículo se sitúa hacia la estriola (línea central de la mácula) y en el sáculo hacia el lado opuesto. Los cilios de las células sensoriales están insertos en una capa gelatinosa de glicoproteína que cubre la mácula, la cual contiene a los otolitos.
Debido a su orientación en el espacio, la mácula del utrículo se excita con el movimiento lineal horizontal, mientras que la del sáculo lo hace con el movimiento lineal vertical.

Conductos semicirculares:
Los conductos semicirculares (o canales semicirculares) son una estructura óseo-piloso-tubular clasificada en algunas fuentes como el órgano del equilibrio y en otras como una especie de organelo linfático asociada al oído medio como un todo, que regula la importante función de mantener el equilibrio dinámico y estático del cuerpo humano en los planos vertical y horizontal de los ejes x, y, z; versus la aceleración angular y lineal respecto del plano situacional. Dicha estructura se encuentra en la zona del oído interno asociada íntimamente con el martillo, yunque, estribo, lenticular y espacial.
Son tres y están orientados en los tres planos del espacio.
·         Conducto semicircular anterior: su extremo antero externo desemboca en la porción superior y externa del vestíbulo, su otro extremo se une con la parte superior del conducto óseo para formar la rama ósea común.
·         Conducto semicircular posterior: su extremo dilatado desemboca en la parte inferior del vestíbulo y su extremo superior desemboca en la rama ósea común.
·         Conducto semicircular lateral: su extremo anterior dilatado desemboca en el ángulo superior y externo del vestíbulo debajo de la ventana oval, su extremo posterior desemboca debajo del orifico de la rama ósea común.

Presentan una dilatación en su parte inferior denominada ampolla que está en el interior de la dilatación del canal óseo y desembocan en el utrículo mediante cinco orificios, uno de los cuales es común al extremo interno del conducto membranoso anterior y al extremo superior del conducto membranoso posterior.
 En el interior de la ampolla se encuentra un órgano del equilibrio, que recibe el nombre de cresta ampular. La cresta ampular está integrada por células sensoriales receptoras ciliadas, que están recubiertas por una membrana gelatinosa en forma de cúpula. Estas células descansan sobre otras de tipo conjuntivo, y conectadas con las neuronas que inician el nervio vestibular (VIII par craneal) que conducirá la información hasta el interior del cerebro.

Estructura interna de utrículo, sáculo y conductos semicirculares membranosos:
Las paredes del utrículo, sáculo y conductos semicirculares membranosos están formadas por tres capas:
a) La capa externa que se compone de tejido fibroso con algunos vasos sanguíneos.
b) La capa media está formada por tejido conectivo vascular que presenta en su superficie interna varias proyecciones papiliformes.
c) La capa interna está formada por una capa simple de células epiteliales. En las crestas acústicas de los conductos semicirculares membranosos y en las máculas del utrículo y sáculo estas células presentan disposición especializada y a ese nivel la capa media se haya engrosada.
La endolinfa: es el líquido contenido en el oído interno contenido en el laberinto membranoso, que está compuesto por el utrículo, el sáculo, los canales semicirculares, el conducto coclear, el saco endolinfático, conducto utrículosacular y el conducto reuniens.
En el conducto coclear se encuentra en el espacio delimitado por la membrana basilar y la membrana vestibular o de Reissner, así como por la estría vascular. Tiene un papel muy importante en el sentido del equilibrio, ya que por medio de su interacción con las células especializadas se genera la transducción del movimiento de la endolinfa, generado por su inercia al moverse la cabeza. En el caso de los conductos semicirculares interactúa con una membrana llamada cúpula, en el que se encuentran los estereocilio y los cinicilios de las células ciliadas tipo I y II, en el utrículo y el sáculo (que se diferencian básicamente por su disposición, utrículo horizontal y sáculo vertical) la endolinfa interactúa con la membrana otolítica, compuesta básicamente por glucosaminoglucanos y cristales de carbonato de calcio llamados otolitos o estatoconías.

La endolinfa se produce básicamente en dos sitios distintos. En el laberinto membranoso correspondiente al vestíbulo, se produce por las células epiteliales cilíndricas oscuras que recubren la pared de esta estructura, básicamente por movimiento de líquidos, electrolitos, etc. especialmente por transporte activo dependiente de ATPasas (enzimas que hidrolizan el ATP para liberar energía). En el conducto coclear (porción coclear de laberinto membranoso), se produce en la estría vascular, una estructura epitelioide llamada también pseudoepitelio, ya que no cumple con todas las características de un epitelio, ya que en medio de sus células presenta capilares, la red capilar intraepitelial, (un epitelio se caracteriza por ser avascular). La estría vascular se ubica en la pared externa del conducto coclear sobre el ligamento espiral, y se extiende desde la unión con la membrana vestibular y el rodete del ligamento espiral.

 Transducción mecano eléctrica
 Las células sensoriales vestibulares son mecanorreceptores. Su actividad consiste en transformar un desplazamiento mecánico inicial en una señal eléctrica interpretable por el SNC, de esta forma:
a. El estímulo ocasiona el desplazamiento de una estructura anexa acoplada a la célula receptora por intermedio de la constitución ciliar.
 b. La deformación mecánica del estereocilios ocasiona la aparición de una corriente de entrada que se traduce en una señal eléctrica: el potencial de receptor.
c. El potencial de receptor induce una despolarización basolateral de la célula ciliada que es el origen de la liberación de neurotransmisores y del potencial generador de potenciales de acción transmitidos al SNC por las fibras aferentes.


La corriente de entrada corresponde a la entrada de K+, produciendo una despolarización de la célula. La despolarización de la célula induce la apertura de los canales de Ca2+.La entrada de Ca2+ hace que las vesículas sinápticas liberen los neurotransmisores. Siendo el neurotransmisor del sistema vestibular periférico es el glutamato.